miércoles, 9 de noviembre de 2011

MOTIVAR AL EMPLEADO

Cuando me dirijo a mis potenciales clientes ofreciendo mis servicios como socio estratégico en la gestión de personas, estos, me realizan comentarios en los que manifiestan sus deseos de encontrar fórmulas mágicas para motivar a sus trabajadores, empleados y/o colaboradores.

Que duda cabe que no existen tales fórmulas, o al menos, como en todo en la vida necesitan de talentos, experiencia y esfuerzo para su aplicación. Por ello hay que decir que hay comportamientos y conductas de los líderes que facilitan a los trabajadores la posibilidad de disfrutar de lo que hacen y colaborar a un proyecto con sentido y con ello al fin y al cabo a estar motivados.

Por el contrario, hay otra clase de comportamientos y conductas de quienes dirigen equipos de personas que van en el sentido contrario. La subjetividad en las decisiones empresariales, la ausencia de criterio, la falta de sentido, la desinformación y ausencia de transparencia y la utilización del famoso palo y zanahoria hacen que los empleados caigan en la desmotivación.

Lo siento por las organizaciones que forma consciente o incluso inconsciente, permiten que quien dirige la empresa o los equipos, tenga ese tipo de actitudes, ya que es seguro que están desperdiciando el talento y la sabiduría de su gente, y seguro, que aunque puedan obtener resultados a corto plazo, no los obtendrán en el largo. Y como ya he dicho alguna vez este tipo de situaciones siempre se pueden arreglar de forma traumática. Hay que educar a quien dirige en ese tipo de conductas positivas.

Añado a continuación las imágenes del mítico discurso que Tony D'Amato (Al Pacino) les da a sus jugadores antes del partido final en la película "Un domingo cualquiera" (Any given Sunday), de Oliver Stone.




 También incorporo algunos consejos de Project Coaching sobre la motivación:

El éxito de tu proyecto o empresa radica, en gran medida, en "como aprovechas el potencial de tu equipo humano". Tu meta como líder de tu equipo, es asegurarte de que cada persona alcance su máximo potencial y se comprometa. Ahora párate y piensa, del uno al diez ¿Cómo de comprometido se siente tu equipo?

Los seres humanos se componen de 4 partes: cuerpo, mente, corazón y espíritu. Gran parte de los proyectos o empresas utilizan sólo los dos primeros - cuerpo y mente. (Habilidades, experiencia, conocimientos, entrenamiento). Los otros son el corazón y el espíritu. Éstos son atributos que debes buscar en las personas, pasión, actitud, lealtad, pertenencia, dar un poco de esfuerzo extra por el equipo, etc. Si lo consigues, marcarás la diferencia y obtendrás resultados extraordinarios.





Pero ¿Cómo hacemos esto? Lo primero de todo es ver quién eres tú como líder. ¿Qué estilo de liderazgo predominantemente aplicas? ¿Eres apasionado en tu trabajo, con tus clientes y con tu equipo? ¿Cómo demuestras eso todos los días? ¿Realmente inspiras y te involucras con tu equipo? ¿Celebras y reconoces sus logros? ¿Cómo gestionas los errores? ¿Qué y cómo comunicas?


Las personas como ya proponía Abraham Maslow necesitan cubrir sus necesidades más básicas de sustento, seguridad y relación, pero una vez satisfechas estas, necesitan sentir que contribuyen y que son importantes para el éxito de la empresa; necesitan sentir que crecen como persona y como profesional y por supuesto, sentirse parte de un equipo que funciona como un todo.


A continuación voy a dar algunas claves para que consigamos el compromiso de las personas:

  1. Liderazgo. Desde la congruencia de las palabras y los actos, utiliza el liderazgo situacional (tarea/relación) aplicando la asertividad. Las personas esperamos accesibilidad de aquellos que nos pueden ayudar (lenguaje próximo, cálido, sincero y entendible). Considera buscar un mentor o coach para ser un mejor líder.
  2. Visión y Propósito. Como líder debes desarrollar una visión y un propósito ilusionante para que la dirección hacia la que vas sea clara tanto en tu proyecto,  como para las personas con las que trabajas. Asegúrate que la visión y el propósito son sentidos y compartidos por el equipo. ¿Que sienten? ¿Están poniendo piedras o construyendo una Catedral?
  3. Armonía. Analiza el papel de cada integrante del equipo. Identifica los valores que mueven a cada persona, practicando el autodescubrimiento para generar confianza y preguntando que les mueve. Piensa en su perfil, su actitud, sus relaciones con los demás, sus habilidades, sus gustos y en lo que mejor se le dé y pregúntate ¿Existe armonía entre esta persona y el perfil que requiere el puesto?
  4. Significado. Ayuda a tu equipo a conocer y ver el valor de su trabajo. Los seres humanos no estamos preparados para hacer un trabajo sin sentido o que no nos venga bien, si no, caemos en la frustración o le buscamos un sentido que no tiene por qué ser el deseado.
  5. Conexión. Asegúrate que tu equipo  tiene sentido de pertenencia. Mantén siempre una excelente comunicación con ellos asegurándote de tener su feedback para comprobar que lo que has transmitido ha llegado en el sentido con el que tú querías que llegara.  Crea con tu equipo significados compartidos que fomenten la complicidad. Practica encuentros informales sin agenda en donde afloren las cosas.
  6. Crecimiento. Dale a los integrantes de tu equipo oportunidades de ser mejores y de crecer tanto personalmente como profesionalmente.
  7. Contribución. Hazle saber a cada miembro de tu equipo por qué es importante su colaboración en el proyecto y empresa. ¿cuál es su contribución en la cadena de valor? ¿qué va a aportar al proyecto a la empresa y a la sociedad? ¿por qué es importante?
  8. Autonomía. Permíteles trabajar lo más autónomamente posible, eso no quiere decir que no deban de cumplir unas normas básicas y que no deban reportar resultados. Hazles saber qué quieres exactamente de ellos, indicándoles explícitamente sus tareas, sus responsabilidades, sus recursos y los resultados esperados.
  9. Diversión. La productividad no está reñida con un lugar de trabajo divertido, es más se potencia. Busca y lleva a cabo propuestas con tu equipo que construyan un entorno de trabajo positivo y productivo,  de forma semejante al mercado del pescado de Pike Place en Seattle que se ha hecho famoso por el libro de motivación “Fish!”.
  10. Escucha activa. Además de estar presente y observar al equipo los mensajes explícitos e implícitos que lanzan, utiliza toda la potencia de tu equipo. Te sugiero hacer encuestas, con las preguntas adecuadas cada cierto tiempo, que proporcionen feedback sobre el clima del equipo  en el que se fomenten soluciones, propuestas de mejoras y se activen los planes de acción necesarios.





Caso real:

While I was taking a prospective customer on a tour of my company's beverage-can plant in Golden, Colorado, some years ago, I suddenly found that I was talking to myself. I turned around and saw the customer staring at an employee.

The worker was placing paper sleeves over can ends and placing the filled sleeves on a pallet.

I waited a bit, thinking the customer would soon get bored and catch up with me. But he stood there, mesmerized. He motioned to me to come over. He said: "Watch that guy. He lays those sleeves down like eggshells, then steps back to admire his work. Then, if he is happy, he gives the pallet a couple of love taps before he releases it for storage. How do you create employee engagement like that?"

Good question. Intense employee engagement is something that all companies strive for, and sometimes they get it — but in just a few departments, such as R&D, design, or marketing. Not many companies can say their production line employees' enthusiasm is so pronounced it's visible to a visitor.

So after we had stood there for a while, watching the employee delicately push thousands of disc-like can ends into paper sleeves for ease of handling (a process that has recently become automated), I put the question to the plant manager. The answer sounded more like something from a philosopher than a manufacturing exec: "All good people want to change their lives for the better. When people work here, their lives change for the better. When people know we've had a lot to do with changing their lives for the better, they make sure our corporate life changes for the better as well. We add to that by letting the employee know no one is better at sleeving ends than he is. He is the best, and every day he lives up to our expectations. Multiply this by everyone in the plant, and you end up with a superior plant that can sell itself — even better than you can."

Ouch. But I don't mind the comment. The plant does sell itself. In our company, everyone is in sales. The enthusiastic end-sleever who caught the prospect's eye was doing a lot more than fulfilling his job the best way he knew how. He was also selling the plant, and by extension, the workforce, our product line, and our top management. Nothing I say as a salesman has the same persuasive impact as the sight of that end-sleever enjoying his job.
How do you create employee engagement?

Clif Reichard (creichar@ball.com) is a sales consultant in his 55th year selling rigid packaging substrates.

1 comentario:

  1. Muy buen aporte. La motivación de los empleados es primordial en toda empresa u organismo. Hay que tener en cuenta que un empleado feliz trabaja mejor y en consecuencia no solo aumenta su productividad sino también la productividad de la entidad de la cual forma parte.

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