En la vida, no obtienes lo que quieres,
obtienes para lo que trabajaste.
Aquí tienes algunas ideas para hacer que
eso suceda:
1. Todas las mañanas pregúntate: “¿Esto es
lo que quiero para mí?”
Si la respuesta ha sido “No” demasiadas mañanas
seguidas, sabes que es hora de cambiar. Si sigues este principio, muchas de las
grandes decisiones de la vida serán bastante fáciles.
La felicidad a largo plazo es el
asentamiento de tu alma en su lugar más apropiado. Este lugar contiene las
ideas, las pasiones, las personas y los lugares que te mueven.
Acepta la responsabilidad de hacer que
estas cosas sean posibles en tu vida. Debes saber que eres tú el que te llevará
a donde quieres ir, nadie más. Sé honesto contigo mismo. Si te encuentras
siguiendo a la multitud en piloto automático (simplemente porque es la opción
más fácil) es momento de hacer una pausa y reflexionar. Lee Quitter.
2. Convierte tu sueño en pasos que se
puedan realizar, y realízalos.
La acción lleva a los resultados. Corta tu
enorme sueño en pequeñas metas y únelas.
Toma acción, toma acción, toma acción. Tú
eres el responsable de hacer que las cosas pasen. Siempre se reduce a tus
acciones. Tú eliges: o bien acciones y resultados, o inacciones y excusas. No
pueden ser ambas.
El dolor de la disciplina es mucho menor
que el dolor del
arrepentimiento. Haz lo que tengas que hacer – el 100% de ello.
Nunca nadie intento cumplir sus sueños y se arrepintió.
3. Toma unos pequeños pasos cada día.
No construyas montañas en tu mente. No
trates de conquistarlo todo a la vez. Toma todo con calma, un paso a la vez.
Cuando buscas la satisfacción inmediata,
haces a la vida innecesariamente dolorosa y frustrante. Cuando en lugar de eso
eliges tratar a cada momento como una oportunidad para hacer una pequeña,
positiva, inversión a largo plazo en tu futuro, las recompensas llegan
naturalmente.
Aunque cada esfuerzo individual parezca no
tener ningún efecto cuando lo haces, en algún momento mirarás atrás y te darás
cuenta de la repercusión trascendental que tus esfuerzos crearon una vez que se
juntaron. Al moverte con este sostenido ritmo, podrás seguir avanzando hasta
llegar precisamente a dónde quieres llegar.
4. Ejercita para tener un sólido
auto-control.
Nunca tendrás lo que quieres hasta que
aprendas cómo hacer lo correcto, incluso cuando se sienta incorrecto. Cada vez
que hagas lo correcto, por decisión de tu voluntad mediante la disciplina y el
autocontrol para ir más allá de los sentimientos momentáneos de debilidad,
estarás mucho más cerca de lo que quieres.
5. Practica hasta que seas un experto, y
sigue practicando.
En todos los ámbitos de la vida, lograr la
grandeza es una elección. La práctica lo hace posible. Tú eres lo que practicas
más.
Decidas lo que decidas hacer, hazlo bien.
Hazlo tan bien que cuando los demás vean lo que haces, lo disfruten tanto que
quieran volver y verte hacerlo de nuevo, y quieran también traer a sus amigos
para poder mostrarles lo increíble que eres haciendo lo que haces.
6. Cuida tus pensamientos y tus palabras.
Entiende el poder de tus pensamientos, y
vigílalos más de cerca. Entiende el poder de tus palabras, y prefiere el
silencio antes que algo negativo. A través de tus pensamientos y tus palabras,
creas tus propias debilidades y fortalezas. Tus limitaciones comienzan en tu
mente donde siempre puedes reemplazar lo negativo con algo positivo.
Así que deja de preocuparte por los
escenarios negativos que no son más que productos de tu imaginación. Deja que
tus pensamientos te animen en lugar de detenerte. Enfócate en el momento que
está frente a ti. Libérate para poder manejar eficientemente y con éxito con lo
que es real y con lo que es ahora.
7. Rodéate de personas que te impulsen para
arriba.
Eres el promedio de las personas con las
que pasas la mayor parte del tiempo. El gran peligro de estar rodeado de
personas negativas es que comienzas a ser como ellos sin siquiera notarlo.
Debes elegir tus relaciones con prudencia.
Las malas compañías corrompen las buenas costumbres y el potencial humano. No
necesitas precipitarte en una relación de la que no estás seguro, ni asociarte
con aquellos que te frenen.
8. Devuelve.
El gran Zig Ziglar dijo una vez: “Puedes
tener todo lo que quieres en la vida si simplemente ayudas a otras personas a
conseguir lo que quieren.”
Porque es cuando damos, cuando recibimos.
En otras palabras, lo que das, vuelve en este mundo. A medida que trabajamos
para crear luz para los demás, naturalmente iluminamos nuestro propio camino.
9. Crea equilibrio.
Sé diligente y comprometido con tu trabajo,
pero también asegúrate de dejar tiempo para el placer y la exploración. No es
suficiente tener éxito en un objetivo específico, también tienes que participar
en las diferentes dimensiones de tu vida – mientras puedas, mientras haya
tiempo.
Levanta la cabeza de tu trabajo de vez en
cuando y toma un largo paseo, tómate de la mano con tu pareja, ve a pescar,
pasa tiempo con tus amigos, nada, toma sol, prueba algo nuevo, medita, respira
profundamente, o siéntate en silencio por un rato y contempla la bondad a tu
alrededor.
En otras palabras, busca tu equilibrio – trabaja diligentemente, pero no
ignores todos los demás aspectos de tu vida. Mantén tu mente fresca, tu cuerpo
activo y vivo, y tus relaciones sanas. Hazlo, y las cosas que más deseas en la
vida llegarán de forma