lunes, 12 de diciembre de 2011

The company men

Este frío fin de la semana más irracional que tiene España, consistente en la situación de que hoy se trabaja, mañana no y así hasta tres veces, he disfrutado, entre otras cuestiones, de una película que no es nueva ya que es del 2010, pero que yo sí que era la primera vez que la veía.
Por la similitud que tiene con experiencias vitales que me han afectado personal y profesionalmente y por el sentido que se vislumbran en sus escenas y en sus personajes, he querido traerla al Blog y así compartir con los lectores algunos comentarios.
La película, se titula The Company Men está interpretada entre otros actores por Ben Affleck, Tommy Lee Jones, Chris Cooper y Kevin Costner, Craig T. Nelson, Rosemarie DeWitt y Maria Bello y dirigida por John Wells.
Está ambientada en Boston (USA) y describe la vida de varios personajes en un momento en el que por razones aparentemente económicas, una multinacional GTX decide llevar a cabo despidos masivos en sectores de actividad con resultados negativos con el fin de demostrar a los mercados su agilidad para tomar decisiones y de esta manera poder revalorizar las acciones y tener contentos a los accionistas.
En este caso, el director escoge para su relato a personas que forman parte del equipo directivo de la empresa.
Para los que no la hayan visto, acompaño un tráiler de la película para que puedan ver algunas escenas. Los que la hayan visto les animo a que la vuelvan a ver.

Antes de lanzarme a realizar esta entrada he leído algunas críticas y comentarios de la película.
Hay quien dice que “El amigo Wells decide mostrarnos el drama del paro desde un punto de vista diferente, el de los ejecutivos que cobran altos sueldos, viven en casas enormes y tienen coches de lujos. Evidentemente el espectador medio no puede sentir la misma empatía con estos personajes que con los de la peli antes citada.

No me dan pena, han tenido una vida afortunada durante mucho tiempo y ahora la crisis les ha dado un sopapo en la cara y han descubierto la realidad de la mayoría de la gente. La película sigue siendo igualmente válida porque nos muestra las miserias de la gente de la clase alta. En varias críticas se comenta que como es posible que tengan problemas económicos tan pronto. Lo cierto es que nos sorprenderíamos de como esta gente se administra, se creen tan privilegiados que no ahorran porque se gastan todo sin pensar que un día pueda cambiar su suerte. El personaje de Affleck es el mejor ejemplo, con su soberbia inicial pensando que enseguida encontraría un trabajo similar y desestimando empleos de sueldos inferiores que le impedirían mantener su nivel de vida”.
Desde mi punto vista en la película hay mucha más chicha que los que se recrean en el dialogo absurdo de pobres y de ricos. En los momentos que nos toca vivir, uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos es que nos hemos creído más ricos de lo que realmente éramos. Esto ocurre en todos los estratos. Hemos creído que la época de vacas gordas iba a durar siempre y la sociedad de consumo y cada uno en su posición nos ha lanzado a un vértigo consumista. El principal problema que padecemos es que hemos querido ganar más para consumir más y todo ello por encima del valor de lo que realmente hemos sido capaces de crear. Nos hemos comprado casas, coches, artículos de lujo; hemos salido a cenar a comer con los amigos con la familia; hemos sido capaces de pagar precios completamente inflacionados por lo que consumíamos, pocos se han privado de realizar viajes por todo el mundo; en definitiva más que al día, hemos estado viviendo de las expectativas de futuro que creíamos iban a ser eternas. Lo que el profesor López Quintas llama “el mito del eterno progreso”.


Sin embargo, esto tenía que romper por algún lado y/o por todos a la vez.
Entiendo que John Wells se ha podido fijar en este caso en los directivos para exagerar las situaciones absurdas de quien quiere mantener una posición meramente artificial a toda costa, de quien está dispuesto a “suicidarse” (como dice en un determinado momento Bobby Walker personaje que interpreta Ben Affleck) antes que volver a vivir en casa de sus padres, de quien dice no estar dispuesto a vender su Porsche o a darse de baja en el Club de Golf. Al fin y al cabo demuestra estar borracho de su éxito, que no llega a darse cuenta que puede ser efímero. Esta “borrachera de éxito” yo la he visto en trabajadores de todos los estratos sociales. Hay personas en España que pensaban que su éxito podía durar toda la vida.
Lo importante para mí es el mensaje de lo que representa cada uno de los protagonistas de la película.
Por un lado está Bobby, de quien ya he hablado. Una mañana, Bobby Walker, el personaje de Affleck, participa en una partida de golf con algunos socios de negocios. Destila confianza en sí mismo, que acompaña con un Porsche y un hándicap bajo en golf. Walker es un veterano, con doce años de experiencia en GTX, un gran conglomerado industrial con más de 60.000 empleados. Momentos después de ganar la partida, pierde su trabajo como resultado de "decisiones corporativas". Affleck está en el sector de transporte, el activo de menor rendimiento en la cartera de GTX.

"Bobby pierde más que el trabajo", dice Affleck. "Pierde status. Él pierde su lugar en la jerarquía de la clase media alta corporativa de los Estados Unidos: ya sabes, el coche bonito, la casa cómoda y el sentir que eres alguien importante. Y un día, debido a una decisión tomada en una sala de reuniones, pasa a lo más bajo de la escalera en la vida del consumidor estadounidense. Es un ajuste que le resulta realmente muy difícil hacer, un ajuste de humildad que le obliga a calibrar sus prioridades".

Bobby rápidamente cae en la negación y se niega a informar a su familia, más allá de su esposa (interpretada por Rosemarie DeWitt) de que ha sido despedido. Se dedica arduamente a buscar un nuevo empleo, confiado de que estará rápidamente de vuelta antes de que lo haga su indemnización por despido.

"En la investigación que hice, descubrí que resulta extremadamente castrante ser despedido, especialmente para los hombres", dijo Affleck. "Con frecuencia, los hombres mienten sobre esto o intentan conseguir otro trabajo antes de que nadie los descubra. América está fundada en la idea de que si trabajas duro y respetas las reglas, puedes escalar posiciones. Y la idea de que un día vas a ir hacia atrás, que vas a bajar de escala, puede resultar terriblemente vergonzoso".
El reto que tenemos por delante en España es que hay que ir para atrás y eso es difícil de asumir cuando has estado derrochando el dinero.
Tommy Lee Jones protagoniza el complejo personaje de Gene McClary, el número dos en GTX. McClary fundó GTX junto a James Salinger (interpretado por Craig T. Nelson). Al comienzo de la historia, GTX está en el proceso de una importante fusión y Salinger está tratando de obtener ganancias con las acciones de GTX anunciando una serie de despidos a gran escala y cerrando las partes menos productivas del negocio. McClary, quien se siente cada vez más desmoralizado con la dirección que está tomando su empresa, se enfrenta a Nelson en cada oportunidad, convirtiéndose él mismo en objetivo. "Es una recesión: mucha gente tiene que irse, mucha gente es despedida", explica Jones. "Pero hay cosas más importantes en la visión del mundo de Gene: las relaciones con las personas, la lealtad, la experiencia, las personas que trabajan en algo juntos, para construirlo, para crecer, para hacer crecer sus vidas".

Y yo creo que ese sentido de la llamada "comunidad empresarial" es muy importante para el personaje de Gene.
Para mí ésta es la gran diferencia. Hay una concepción de la vida mucho más humanista en Gene. Él es un personaje que nada en la abundancia de lo material, sin embargo se encuentra vacío ya que para él lo verdaderamente importante reside en los proyectos tangibles que ha logrado construir con las personas en las que confía. Ahora, sin embargo, su empresa la dirigen criterios meramente mercantilistas que nos se fijan nada más que en los números fríos que aparecen en los informes y en las cotizaciones bursátiles. En definitiva la vida de Gen tiene trascendencia, va más allá de lo meramente material. De hecho, crea una empresa en la que cuenta con el equipo directivo que había sido despedido de GTX.


Podría abordar más personajes de la película, pero quiero terminar con los dos hermanos que representan Kevin Costner y Rosemarie DeWitt.
Kevin Costner añade otra capa de profundidad a la historia interpretando a un simpático constructor, Jack Dolan, cuyo gran corazón le lanza una tabla de salvación a su cuñado Bobby a quien ofrece un trabajo de carpintería. Inicialmente, el personaje de Affleck rechaza la generosidad del personaje de Costner, pero tiene que reconsiderar la idea ante las terribles circunstancias. Sintiéndose peor que un pez fuera del agua, el que Affleck participe en la construcción de la casa, ayuda a establecer puentes entre la familia y las clases sociales.

"Me identifiqué muy rápidamente con la yuxtaposición que Jack proporciona a los personajes principales de la película que se mueven dentro del mundo corporativo y que se caen a pedazos, justamente, por causa de ese mundo,' explica Costner". El personaje de Ben y yo tenemos una relación incómoda porque Bobby ha estado en esa bonita carrera tras el éxito, moviendo bonos de $ 100.000-200.000, y yo he estado luchando con mi vida. Estoy educando a mis tres chicos, soy entrenador de la liga de jóvenes, que patrocina mi empresa de construcción. Y cuando el mundo se vuelve contra Bobby, se produce un momento en el que es evidente que la familia tiene que ayudar a la familia".

A medida que el invierno va dando paso al deshielo y surge la primavera, también lo hacen The Company Men. Algunos más fuertes. Otros derrotados. La película pone de relieve lo que Wells dice: "es cómo nos volvemos a conectar con lo que hace que nuestras vidas tengan valor".

Finalmente la esposa de Bobby. En uno de los más conmovedores momentos de la película, el personaje de Affleck se acerca a Maggie (Rosemarie DeWitt) y pide disculpas por "defraudar a su esposa". Ella no lo acepta. "Nunca estuviste en esta situación antes. Y ahora lo estás". Siendo consciente de que su marido se puede comportar como “un capullo” (en expresión de su hermano Jack) ella no deja de apoyarle y de darle ideas para buscar soluciones, no discute con él por no dejar el Club de golf o no querer desprenderse de su lujosa casa o del Porsche, simplemente le deja que sea él, el que por sí mismo, llegue a sus propias conclusiones.
En definitiva, un gran película con mucho contenido actual. No hay buenos ni malos, no hay ricos o pobres, lo que hay son actitudes ante la vida, la pregunta que creo nos debemos hacer es ¿Cuál es la actitud que nosotros queremos adoptar ante la vida?

FELIZ NAVIDAD


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