miércoles, 21 de septiembre de 2011

La geometría del Liderazgo


En la historia de la evolución, aquellos que aprendieron a colaborar e improvisar de manera más efectiva han prevalecido”. Así expresa Charles Darwin de forma simple como la auto-organización, basada en la colaboración, permite la adaptación a los cambios del entorno. Sin embargo, su coetáneo Frederik Winslow Taylor, ha tenido más “audiencia” en las empresas durante los últimos cien años. ¿Cómo así?

El paradigma fundamental que rige la actividad humana desde hace cientos de años, y en su punto más álgido en la actualidad, es el paradigma del control. Basado en la creencia de que se puede alcanzar la “seguridad” absoluta a través del control de nuestro entorno. Desde ese sistema de creencias se han desarrollado todas las teorías del management, alimentadas por el juicio, el control y por querer estar en lo cierto, características que emanan de la obsesión por el poder, por la jerarquía.

En algún momento de la humanidad, cambió la estructura fundamental mediante la cual los humanos nos relacionamos para abordar nuestros asuntos. Se adoptaron esas formas organizativas “triangularizadas” y dejamos atrás la forma básica, el círculo. El círculo es un espacio donde no hay principio, ni fin. Donde la conversación se aborda desde el respeto, la escucha profunda y sobre todo desde la responsabilidad sobre las palabras que pronunciamos. Es un espacio en el que todas las voces son escuchadas, incluso la voz del silencio.

¿Qué hace falta para constituir un círculo? Simplemente un punto que atraiga la atención de al menos dos personas. Ese punto es al que Harrison Owen llama “nexo de significancia” (nexus of caring). Si en el centro del espacio que quiere organizarse, colocamos un tema que importe al menos a dos personas, provocaremos que esas dos personas miren a ese punto, desde perspectivas distintas y al mismo tiempo comiencen a compartir un interés. En esos instantes, el “aquello que me importa”, se convierte en “aquello que nos importa”. Si además, ese punto central en torno al cual se dibuja el círculo de manera espontánea, es lo suficientemente potente, a esas dos personas se sumará el resto del colectivo, de forma voluntaria, porque “aquello nos importa”.



El Blog del Líder 3.0

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