jueves, 8 de septiembre de 2011

Escuchar con los ojos. ¿Qué visión mueve al líder?


En “Inteligencia Intuitiva”, Malcolm Gladwell intenta dar respuesta a diversas preguntas. ¿Por qué algunas personas son brillantes a la hora de decidir y otras son tan torpes una y otra vez? ¿Por qué algunos siguen su instinto y triunfan, mientras que otros acaban siempre dando un paso en falso? ¿Por qué las mejores decisiones suelen ser las más difíciles de explicar? ¿Por qué sabemos la verdad en dos segundos?

Cuando se plantea una pregunta, es importante tener presente desde que energía se está planteando. Las preguntas que formulamos, abren o cierran el espacio. Si lo que queremos es expandir las posibilidades, lo primero a considerar es que la pregunta invite a imaginar. Si la propia pregunta incluye límites, estaremos cerrando el espacio, y más que probablemente, descartando sin saberlo la idea innovadora necesaria.

Si el objetivo que se persigue es innovar, y se articula la pregunta ¿cómo lo han hecho con éxito otras personas? (alias “benchmarking”), se comienzan a dibujar las primeras “vallas en el monte”. También es verdad que “no todo el monte es orégano”, pero si lo que se necesita está más allá de las vallas o límites que el propio proceso impone, seguro que algo de valor se va a perder. La palabra “benchmarking” devuelve 28,100,000 de resultados (en tan solo 0,18 segundos) si se busca en Google. ¿Indica este hecho que su práctica es habitual en las empresas?

Por otra parte, abrir esa pregunta indica probablemente que quien la formula, o bien cree que “no tiene ni idea de como hacerlo”, o bien piensa “que no es posible” innovar de verdad desmarcando a la competencia. En cualquier caso, debajo de la pregunta, tal vez, hay miedo, duda o de búsqueda de seguridad “personal”.

En uno de sus poemas, “The Road Not Taken”, Robert Frost invita a “transitar los caminos menos frecuentados” porque hacerlo así “hace toda la diferencia”. Eso es liderar. El líder abre un camino que “nunca nadie antes ha transitado”. Ojo con las preguntas que se abren, te hacen líder o te convierten en seguidor.

Quién lidera tiene la voluntad de innovar y se pregunta ¿Qué es lo que deseamos crear juntos? Abre así el espacio a la imaginación, al mundo de las posibilidades, a soñar, a pensar que es posible, a asumir la propia responsabilidad y a provocar pasión por el cambio. En ese momento nace la visión, cuando sea abren los ojos para escuchar. Una visión que inspira a dar lo mejor de si mismo, sin límites, sin “vallas”.




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